domingo, 1 de marzo de 2009

Andar y ver


"El siglo XVIII y, en general, la época moderna valoran sobremanera los viajes. Viajar se va a convertir en una moda y en una forma de adquirir conocimiento y sabiduría. Una persona sabia, conocedora, es alguien que tiene mundo, y ese mundo sólo se obtiene viajando. Los filósofos modernos, racionalistas y empiristas, valoraban el viaje. Los empiristas Locke y Hume dedicaron parte de su vida a viajar, ver y conocer. Es lógico pensar que los empiristas que tanto apreciaban las impresiones y la experiencia, cifren la vida en tener impresiones y experiencias. Pero también los racionalistas eran de la misma opinión; ya Descartes señaló que había que dejarse de lecturas y saberes antiguos para lanzarse a aprender en el "gran libro del mundo". La experiencia de viajar, conocer directamente no ya en libros o a través de opiniones, apunta a algo fundamental en la filosofía moderna: la evidencia. Sólo puede ser verdadero aquello que es evidente, y evidente es aquello que vemos por nosotros mismos; por tanto, hemos de viajar y ver. En la experiencia del viaje y en el ver por uno mismo se cifra la gran renovación de la filosofía moderna. ¡ Dejémonos de libros y palabras, dirían los filósofos, y abramos bien los ojos, los ojos del cuerpo, y los ojos de la razón!"

Areté- Filosofía 2. Ed. SM. p. 240.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Viajar es la mejor experiencia que puede tener el ser humano,no solo por el mero hecho de conocer lugares o parajes nuevos.Sino para conocerte mejor a ti mismo en otras situaciones distintas a las cotidianas. Ya que es en situaciones extremo cuando valoras realmente lo que hasta ahora llevas conseguido.Eso sí, una vez que pruebas,"engancha".

Anónimo dijo...

Sí, y al viajar adoptamos una perspectiva que solemos perder por los efectos devastadores de lo cotidiano: observar, conocer, reflexionar ("re-pensarse" uno mismo frente a la novedad).