Hoy hemos hablado en clase de Anaxímenes, que defendía que el principio del cual todo proviene es el Aire. Y que así como habría un aliento universal, ese aliento lo posee también el hombre mientras está vivo, y por lo tanto al expirar o morir el ser humano deja de tener ese aire vivificador en su interior.
En 1907 un tal Doctor Duncan Mac Dougall tuvo la ocurrencia de poner sobre una báscula la cama de 5 enfermos moribundos y comprobó una diferencia de peso de entre 20-50 gramos antes y después del fallecimiento. Posteriormente envenenó a quince perros y en este caso no notó nada especial, de lo que debemos deducir tal vez que los perros no tienen alma.
El "experimento" carece de todo rigor aunque sí me parece muy claro en un punto. Que cada uno responda con sinceridad ¿Es este el tipo de "experimento" en el que nos sentimos inclinados a creer ?
Y suponiendo que lo de los 21 gramos fuese cierto ¿Debería tener esto alguna relación con el alma o su existencia?
Un libro interesante de Punset, aquí.
Y finamente citaremos que en un momento de la película, un personaje recita el comienzo de un sugerente poema del venezolano Eugenio Montejo que dice así:
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
para juntarnos por fin en este sueño (...)
Como siempre, quien lo desee puede utilizar los comentarios.