Estudiando la estética trascendental kantiana, nos sorprende el papel que en ella juegan el espacio y el tiempo porque ambos condicionan nuestra manera de percibir el mundo, nuestras impresiones sensibles.
¿Por qué tenemos la sensación de que el tiempo pasa cada vez más deprisa? ¿Equivale una siesta veraniega de un niño al día completo de un octogenario?
Y sobre todo ¿es posible conseguir que el tiempo transcurra más despacio? Por imposible que parezca la respuesta es sí, como apunta el neurocientífico de la Universidad de Texas David Eagleman en la entrevista de Eduard Punset para REDES. Muy interesante.
¿Por qué tenemos la sensación de que el tiempo pasa cada vez más deprisa? ¿Equivale una siesta veraniega de un niño al día completo de un octogenario?
Y sobre todo ¿es posible conseguir que el tiempo transcurra más despacio? Por imposible que parezca la respuesta es sí, como apunta el neurocientífico de la Universidad de Texas David Eagleman en la entrevista de Eduard Punset para REDES. Muy interesante.